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Desde pequeños la mayoría de nosotros venimos adoptando una serie de conductas y gustos que determinan lo que queremos ser en la vida. Ya cuando se desarrolla la capacidad de comunicarnos es muy común oír a los niños decir: Cuando sea grande quiero ser esto o aquello. Y aunque muchas veces algunos lo logran y se dedican a lo que aman, otros simplemente quedaron con la ilusión de lograrlo aun siendo adultos.

Pero esto se debe a alguna razón…¿ Será que sus padres no lo apoyaron debidamente? ¿será que no había una sueño? o ¿será que tuvieron apoyo y no aprovecharon el tiempo? y cuando hablo de apoyo no solo me refiero a padres que pagaron los estudios de sus hijos o le compraron los materiales necesarios durante sus estudios, sino también a ese consejo, a esas palabras inspiradoras tales como: “tu puedes” o “lo lograras”.

Viví varias facetas del párrafo anterior, en amigos y familiares muy cercanos durante mi niñez, por lo que ahora voy a colocar en contexto las anteriores interrogantes.

Muchos padres ofrecen apoyo en el desarrollo académico de sus hijos, pero, este a veces este apoyo viene dado, por lo que ellos quieren que sus hijos hagan, no por lo que sus hijos quieren ser. A menudo escuche: “Tienes que ser abogado como tu padre o ingeniera como tu madre” y cuando estos hijos son adultos, se ven condenados a cumplir un patrón, que no los llena ni los hace felices. Igualmente en este sentido, puedo decir nunca es tarde para empezar hacer lo que quieres ser.  En este ejemplo podemos ver que, sin duda hubo apoyo, pero no fue dado debidamente. Los hijos no pueden estar obligados a estudiar lo que sus padres estudiaron, a menos que esta sea realmente su pasión.

En el segundo punto descifrando si será que no había un sueño en la niñez, recuerdo a mi hermano quien aunque es muy inteligente, durante sus años de crecimiento no sabía a qué quería dedicarse. Entre toda la familia tuvimos que ayudarlo a medida que iba creciendo a detectar qué era aquello que lo movía, pero fue hasta que tuvo sus 20 años, que otro hermano lo inscribió en un curso de Paramédicos y descubrió que esa área le gusta y mucho. Cuando eso pasa, es necesario colocar en diversas actividades a la persona, solo así sabrá lo que le gustaría dedicarse. Hay quienes requieren un impulso para moverse y encontrar su esencia.

Las claves danesas para educar niños felices - Revista Vive
Las claves danesas para educar niños felices – Revista Vive

La tercera interrogante, también fue una faceta que viví de cerca, con un otro familiar que aunque tuvo el apoyo para que estudiara, él simplemente no quiso aprovechar el tiempo, y fue años más tarde que decidió iniciar un emprendimiento propio. Para el no es necesario tener un título universitario para alcanzar el éxito.

De todos estos ejemplos el caso más relevante que quiero mencionar, es el de hace muchos años, el cual no me lo contaron, lo viví y será algo imposible de olvidar.

No logro tolerar cuando escucho a algunos padres decir a sus hijos en alguna pelea o discusión: “tú no sirves”, “eres bruto” y hasta el punto de decir: “eres un bueno para nada”. Lamentablemente estas negativas frases se las decía cada día una vecina a su hija en el vecindario donde viví cuando tenía unos 11 años. Hoy por hoy esa niña, ahora contemporánea conmigo divaga en descubrir que es lo que va hacer en su vida, y aunque si es posible que encuentre su camino, el proceso será un poco difícil, porque la programación que tiene en su cerebro es la que diariamente ella escuchaba de niña y eso requiere una reprogramación.

Siembra el positivismo intangible, pero trascendental

No quería culminar este tema sin antes mencionar que en mi caso, aunque no tuve la oportunidad de contar con padres que me pagaran los estudios universitarios, si conté con grandes miembros de mi familia entre madre, abuelos, tíos y primos que me decían: “seras brillante” “eres inteligente” “el éxito es tuyo”. Y con el paso del tiempo me di cuenta que a veces, ese es el verdadero impulso que motiva a un niño a alcanzar su visión, más allá de los recursos, en mi se quedaron por siempre esas palabras, las cuales hasta ahora me acompañan.

Si eres padre o madre y estás leyendo estas líneas, recuerda sembrar en tus hijos palabras que los hagan sentir victoriosos, ganadores y así ellos puedan alcanzar todo lo que se propongan en la vida. No olvidemos que formar a niños con sueños, los convierten en hombres y mujeres con visión.

¿Conoces algún caso parecido a alguno de estos o diferente? si es así compártelo, para conocer otros ejemplos. Ha sido un verdadero placer compartir este interesante artículo.  

 

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